lunes, 27 de mayo de 2013

Mass Effect 3


Aún no lo hemos terminado, pero Mass Effect 3 va camino de la decepción.

El universo sigue siendo tan amplio y cargado de detalles como siempre, la historia engancha (todo lo que una historia tipo "debemos acabar con los malos o la galaxia será destruida" puede enganchar) y las conversaciones son casi siempre interesantes, y a veces divertidas. Pero el tema del combate y la jugabilidad en general son prácticamente iguales, y las misiones, en las que soy más espectadora que jugadora, se hacen muy anodinas, incluso aburridas.

Alguien pensará que es porque no estoy jugando; todo lo contrario. Suelo ser espectadora en temas de acción porque yo me pongo muy nerviosa ^^, y me entretiene bastante mirar, ya sea un Elder Scrolls o un GTA, o incluso el típico COD. Supongo que el saber lo que más o menos te puedes encontrar, siempre, no ayuda. También ver jugar a Halo me aburre, que conste, pero Halo es más... bonito. Aquí los pasillos y las recompensas poco agradecidas (créditos y piezas de armas...) no se ven compensados por paisajes y entornos de postal. Aunque el diseño está cuidado, el resultado no es el mismo y lo que queda es algo caótico.

Supongo que por todo esto han implementado un modo historia "narrativo", creo que se llama, en el que el combate se hace más fácil para que puedas centrarte en la historia. Total, que ellos mismos saben donde está lo bueno.


Y no solo respecto al combate en sí; las misiones muy secundarias (las que no incluyen personajes) son totalmente prescindibles y ya no hay minijuegos relacionados con explorar. Básicamente exploras planetas en los que no encuentras recursos, solo objetos que luego intercambias por... créditos. O experiencia. Ambos dan un poco igual.

Supongo que lo más agridulce es el hecho de haber recorrido toda la galaxia durante años, haber realizado proezas épicas, haber visto cosas que vosotros no creeríais... para luego no "recordar" nada. Es decir, se guardan nuestras decisiones pero, entre lo que ya no recordamos nosotros, y lo poco que en realidad importaban la mayoría... No tienes la sensación de haber importado partidas, vaya. Sí, la cara sigue siendo parecida, pero al no poder influir sobre su personalidad, no tienes la sensación de que sea TU Shepard. Lo único que puedes cambiar de él es su vertiente buena o mala, y hasta eso empieza desde cero en el 3.

Evidentemente sigue siendo un juegazo, y sigue siendo adictivo, pero casi todo se debe a la historia y a su maravilloso universo. No puedes evitar pensar que ese universo podría haber dado más de sí... y que daría más de sí que el de Halo para una serie... ejem. Pero bueno, toca disfrutar de lo que queda. De juego y de galaxia, si no conseguimos salvarla.

sábado, 25 de mayo de 2013

La Venganza de La Chica

Si digo que he estado demasiado ocupada traduciendo videojuegos y jugando a videojuegos como para hablar de videojuegos, seguramente quedaría como muy guay. Porque evidentemente no es verdad, no es que literalmente no tuviera tiempo (al fin y al cabo, jugar no es obligatorio). Pero hay algo de cierto en que traducir un videojuego te da ganas de jugar, y antes que hablar de ellos, prefieres jugar. Esto último no debería ser así, debería ser un ciclo perfecto de traducir (trabajar) > jugar > hablar sobre ello, y entonces escribiría todos los días y tendría un millón de seguidores :D

Pero no.

También sería genial que pudiera comentar todas las cosas que me pasan trabajando, todos los vericuetos de la localización de videojuegos y los motivos por lo que esta es tan deficiente en muchos casos. Pero existen cláusulas de confidencialidad y...


¡Un momento!

Aunque no mole tanto, no tengo por qué dar nombres ni poner ejemplos reales para hablar de estas cosas... ¡y eso no puede contarlo todo el mundo!


Ya está, está claro. Este es el primer post del resto de la vida del blog. A partir de ahora incluiré contenido mucho más interesante que una opinión (todos tenemos una), voy a hablaros no solo como gamer sino como TRADUCTORA DE VIDEOJUEGOS. Pam. 

No es que sea algo nuevo; ya lo era en mayor o menor medida cuando empecé el blog. Pero en ese momento pensé que, aunque era lo que quería hacer y para lo que me estaba formando, si trabajaba en ello era cuestión de suerte. Era demasiado bonito para durar y demasiado guay para contarlo. Algo así como tener contrato fijo en España, je. Pero ya han pasado varios años y, aunque los videojuegos no sean el 100% de mi trabajo, voy a intentar que lo sea, ahora y siempre. Teniéndolo tan claro y gustándome tanto lo que hago, no veo por qué no voy a contarlo también por aquí.

De todas formas, esto no se va a convertir en "Esta es mi vida: las aventuras y desventuras de una geek en Japón" o similar. Seguiré hablando de juegos y comentando noticias.

Eso sí, no voy a seguir haciéndolo en inglés (a menos que se cree una petitiononline y la firmen un millón), ya que creo que es uno de los obstáculos que tenía a la hora de actualizar el blog. Si os fijáis ya he quitado la indicación de que es bilingüe y ya no os molestarán esos estúpidos posts en inglés. Si algún día estoy tan desesperada por un trabajo como para tenerlo bilingüe, traduciré todas las entradas en plan maratón y ya está. Espero de verdad que no llegue ese día.

Ahora sí: La Venganza de La Chica.